Un grupo de ciudadanos del cantón San Rafael de Heredia ha venido denunciando a lo largo de los años, el funcionamiento de un tajo de extracción de piedra en la comunidad de Getsemaní, el cual se encuentra dentro de la Zona Especial de Protección según el Decreto 25902: zona creada para la protección del recurso hídrico de los habitantes del Valle Central.
El tajo presenta amenazas graves al suelo, grandes concentraciones de polvo en las casa de los vecinos y en el aire, explosiones de dinamita que causan trepidaciones a viviendas, paso de vagonetas cargadas de material pesado que ponen en peligro a los vecinos y a cualquier persona que transite por el lugar.
Todos estos y cada uno de los problemas han sido manifestados por muchos años por los vecinos a las autoridades pertinentes, sin que se las mismas hayan hasta ahora actuado. Se han hecho de la “vista gorda”, consintiendo el lucro de unos pocos beneficiados y omitiendo el bienestar de los ciudadanos y del ambiente, al consentir una actividad que se está llevando a cabo en una zona de importante para la recarga de los acuíferos del Valle Central.
El mismo Alcalde rafaeleño ha informado a la Sala Constitucional que la actividad del tajo no cumple con el requisito de “CERTIFICADO DE USO DEL SUELO”, requisito establecido por la Ley de Planificación Urbana de 1968 para que la Municipalidad pueda otorgar una patente comercial o industrial.
La Municipalidad de San Rafael de Heredia debe tener claro que respetar el ambiente no sólo se lleva a cabo con programas de reciclaje, recolección de desechos o limpieza del parque de San Rafael. Es primordial en aras de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, no permitir actividades incompatibles con las zonificaciones establecidas por normas jurídicas que tienen entre sus fines la protección del recurso hídrico de los habitantes del Valle Central.
También es claro que los ciudadanos tienen todo el derecho de manifestarse y ser atendidos cuando se les está perjudicando, y es obligación de la Municipalidad brindar respuestas y soluciones a los interrogantes que los vecinos expongan; y no aplicar el silencio como lo ha hecho el Alcalde de San Rafael de Heredia al no dar respuesta a un escrito que presentaron los ciudadanos desde hace varios meses.
Esta no es una lucha solamente de los vecinos del cantón y de la comunidad de Getsemaní. Esta es una lucha de unión de fuerzas en defensa del agua, y todos y todas necesitamos del agua para vivir. No es una lucha de colores políticos. Es una lucha de personas responsables que saben que la naturaleza no pertenece al hombre, y por tal motivo aprovechamos sus maravillosos recursos pero sabemos que debemos mantenerlos y dejarlos en mejores condiciones de como los encontramos. Esta no es una lucha de poder contra la Municipalidad. Esta es una lucha del pueblo para preservar la vida… Porque el agua es vida.